¿Cuál es la diferencia entre el polietileno de baja y de alta densidad?

El polietileno (PE) es, desde el punto de vista químico, el plástico más simple en cuanto a su fabricación. Esto explica el hecho de que se generen, al año, cerca de 65 millones de toneladas de este plástico en todo el mundo.

Además, los polietilenos son polímeros termoplásticos con numerosas aplicaciones cotidianas.

Algunas de sus características son su aspecto blanquecino y translúcido, su resistencia y su poca conductividad al calor y a la electricidad, lo que lo convierte en un aislante ideal.

Pero por poco que indaguemos, nos daremos cuenta de que el polietileno tiene una densidad variable y que podemos encontrar dos tipos de polietileno, cuyas características divergen.

En el artículo de hoy, te contamos las diferencias entre el polietileno de baja densidad (PEBD) y el polietileno de alta densidad (PEAD).

Polietileno de baja y de alta densidad: ¿Qué diferencias existen?

1. Diferencias en su estructura

Aunque ambos sean polímeros termoplásticos de la familia de los olefínicos, el polietileno de baja densidad y el de alta densidad se diferencian por su densidad molecular.

El polietileno de alta densidad se obtiene por adición, es decir, sumando distintas unidades de etileno. Este tipo de moléculas apenas presenta ramificaciones, lo que es responsable de su mayor densidad molecular.

En cambio, el polietileno de baja densidad está formado por estructuras muy ramificadas, que le confieren una menor densidad.

2. Diferencias en sus características

Debido, justamente, a su densidad molecular, las ventajas del polietileno de alta densidad residen en su gran rigidez y resistencia.

En cambio, el punto fuerte de la variante de baja densidad es, sin duda, su flexibilidad.

Sin embargo, ambos tipos presentan una buena resistencia al impacto, así como una gran resistencia a altas temperaturas y a sustancias químicas.

3. Diferencias de uso

Las propiedades del polietileno de alta densidad lo hacen idóneo para la fabricación de objetos como tuberías, garrafas de productos de limpieza, tapones de envases o incluso mesas y sillas de plástico. Es decir, todo tipo de objetos que requieran un plástico de dureza y resistencia mayor.

En cambio, el polietileno de baja densidad resulta perfecto para la elaboración de film transparente, cables, ciertos juguetes o bolsas de plástico. Aunque, como veremos a continuación, ambos polietilenos (de baja y de alta densidad) se usan para esta última aplicación.

4. Bolsas de plástico: ¿de alta o de baja densidad?

Ambos tipos pueden usarse para la fabricación de bolsas, aunque cada uno de ellos dará lugar a un tipo de bolsas diferente.

Las bolsas fabricadas con polietileno de alta densidad presentan una opacidad ligeramente mayor. También serán bolsas más ruidosas.

Las bolsas de supermercado son de este material y generalmente se fabrican en calibre 20 micras, aunque esto puede variar dependiendo de su uso.

En cambio, las bolsas fabricadas con polietileno de baja densidad serán más flexibles y brillantes. Podrás encontrarlas en pequeños comercios y boutiques.

 

Como habrás deducido a lo largo de este artículo, no hay ningún material mejor que el otro, sino que todo depende del uso que se le dé.

Por eso, en Simapack disponemos de láminas, bolsas y fundas de ambos tipos de polietileno que nos permiten adaptarnos mejor a las necesidades de cada cliente.

Si deseas recibir asesoramiento acerca de qué polietileno es más adecuado para tu actividad, contacta con nuestros expertos a través del siguiente enlace. Estaremos encantados de ayudarte.