3 técnicas para un embalaje sostenible

embalaje sostenible

¿Sabías que algunos estudios revelan que el impacto medioambiental influye en las decisiones de compra del 60% de los españoles? En otras palabras: podríamos decir que el 60% de los españoles se decantarían por el producto con embalaje sostenible ante dos artículos parecidos.

Y no solo eso: ¾ partes de los consumidores europeos afirman estar dispuestos a pagar más por productos que utilizan embalajes sostenibles.

Así que incluso si nuestro producto con embalaje sostenible tuviera un coste más elevado, es posible que saliera ganando igualmente. Así, por lo menos, lo revela el II Estudio Europeo sobre Percepción de los Envases, publicado en mayo de 2021.

La concepción ecológica del embalaje viene a dar respuesta a esta demanda creciente de embalajes con consciencia verde.

En este sentido, tomar decisiones con una base sostenible se fundamenta en el respeto al medioambiente, pero también responde a criterios de mercado.

Sea por un motivo u otro, usar embalajes sostenibles parece recomendable, sobre todo cuando las leyes nacionales e internacionales apuntan cada vez más en esta dirección.

Pero, ¿quiénes son los actores implicados en garantizar esta sostenibilidad? ¿En qué parte de la cadena es posible tomar decisiones con consciencia verde?

¿A quién implica la sostenibilidad en el embalaje?

  • Para empezar, a fabricantes, que deben comprometerse con crear soluciones para un embalaje sostenible.
  • Por otro lado, a distribuidores, que han de saber asesorar a sus clientes acerca del uso sostenible de sus productos.
  • Una responsabilidad muy importante recae sobre los responsables de la gestión del embalaje en las compañías, que deben diseñar procesos más respetuosos con el entorno.
  • Finalmente, a destinatarios finales de los pedidos, que son el eslabón final de la cadena y tienen que ocuparse de desechar correctamente o reutilizar los embalajes para que pueda seguir funcionando la economía circular.

En otras palabras: la sostenibilidad, incluso en el embalaje, nos incumbe a todos/as. 

3 técnicas para conseguir un embalaje sostenible

Para aquellas empresas que formen parte del sector del embalaje o bien para aquellas compañías que se encarguen del embalaje de sus productos, ya sea para servirlos a un distribuidor B2B o a un cliente final en e-commerce, existen 3 técnicas sencillas para conseguir un embalaje sostenible. Te las contamos:

1. Elegir materias primas respetuosas con el medioambiente.

Es importante apostar por materias primas naturales, recicladas, reciclables o biodegradables que dejen la menor huella de carbono posible.

  • Pueden sustituirse algunos embalajes de plástico por papel y cartón, en especial aquellos que estén elaborados a partir de papel o cartón 100% reciclado.
  • Al decantarse por embalajes de plástico, es crucial que estos estén fabricados a partir de materiales como el polietileno reciclable.
  • Es importante ir más allá de las cajas, sobres, bolsas o film. Hay que prestar especial atención a los materiales que se utilizan como relleno, las cintas adhesivas e incluso las etiquetas. Para el relleno, hay que saber que incluso el plástico de burbujas puede ser reciclado o reciclable.

En Simapack, todos nuestros productos son 100% reciclables, además de estar producidos por empresas nacionales que minimizan la huella de carbono derivada a la contaminación del transporte.

2. Optimizar el peso volumétrico y el material de embalaje en la preparación de pedidos.

Controlar el peso volumétrico de un envío no supone solo un ahorro económico para el expedicionario, sino que constituye también una técnica para aumentar la sostenibilidad del embalaje que se centra en:

  • Reducir el grosor del embalaje, siempre que no comprometa a la seguridad de la mercancía.
  • Emplear los paquetes voluminosos por otros que se adapten a la morfología del contenido. Por ejemplo, una caja pequeña podría sustituirse por un sobre acolchado.
  • Utilizar la cantidad justa de film u otro material utilizando maquinaria de embalaje puntera del mercado, como nuestras envolvedoras horizontales y para productos redondos.

 

3. Prever soluciones para el final de la vida útil del embalaje.

Es importante pensar de qué manera los productos pueden ser correctamente reciclados o reutilizados cuando hayan cumplido con su función. Para conseguirlo, podemos recurrir a tres principios:

  • Una sola materia prima siempre que sea posible. Combinar más de un material complica la separación de cara al depósito en contenedores de reciclaje diferenciados. Por tanto, conviene evitar mezclar papel y cartón con plástico en la preparación de pedidos.
  • Simplicidad. Cuanto más sencillo sea el embalaje, mejor. Las formas con salientes, tintas tóxicas u objetos multicapa también dificultan la clasificación de los desechos en las plantas de reciclaje.
  • Contar con un gestor de residuos certificado. Este punto cobra especial relevancia en el caso de tratarse de una empresa que incluye un proceso de embalaje en sus procesos. En Simapack, contamos con varios gestores de residuos certificados que nos garantizan el flujo de la economía circular de nuestros productos.

 

Además de lo que te hemos ido contando a lo largo de este artículo, en Simapack asesoramos a nuestros clientes para ayudarles a tomar las decisiones de embalaje más sostenibles y rentables para sus procesos. Si tú también quieres asesoramiento, contacta con nosotros a través del siguiente enlace