5 pasos para reducir el tamaño de tu embalaje y tus costes de envío

Según un estudio de Forbes Insights, el espacio vacío en los envíos hace perder a las empresas, en términos mundiales, un total de 46.000 millones de dólares cada año.

Y es que el tamaño de tu embalaje va a influenciar, en gran medida, a tus costes de envío. Por ello, reducir el peso volumétrico de los paquetes resulta importante a la hora de ahorrar costes. De hecho, cada centímetro cúbico de caja desaprovechada cuenta, ya que te está haciendo pagar un plus por enviar aire.

Y no se trata de un problema menor: según la misma investigación, al menos una cuarta parte de lo que envían los fabricantes a través de contenedores que cruzan el océano es espacio vacío.

Aunque en ocasiones el volumen puede ser justificado para proteger el interior de los paquetes, la mayor parte de las veces se trata de un embalaje mal optimizado.

La buena noticia es que estos cinco pasos te ayudarán a reducir el peso volumétrico de los envíos de tu empresa y, por tanto, los costes de transporte asociados. ¿Empezamos?

1. Analiza cuánto espacio vacío hay en el tamaño de tu embalaje.

Los datos son imprescindibles a la hora de permitirnos tomar las decisiones más apropiadas. Por eso, lo primero que necesitas hacer es una auditoría de tus envíos y de los embalajes empleados. Para ello, puedes apoyarte en tu herramienta de gestión de pedidos o tu sistema ERP. Los aspectos que deberás considerar son los siguientes:

  • Las características de las mercancías, tanto por su peso y tamaño como por su naturaleza (líquidos, sólidos, frágiles, etc.)
  • Los embalajes utilizados, como el tamaño y tipología, sin descuidar los materiales de relleno.

Bien realizado, este estudio te permitirá identificar los casos en que el espacio vacío es notable y establecer prioridades de intervención.

2. Adecúa el embalaje a tu producto.

Ahora que ya has detectado posibilidades de mejora, llega la hora de optimizar tu embalaje. Para este paso, dispones de varias opciones:

  • Apostar por cajas más pequeñas, de diferente tipología o de altura adaptable.
  • Puede que algunos de tus productos puedan enviarse en sobres acolchados o rígidos, incluso directamente en bolsas.

3. Implica a toda la compañía en la reducción del tamaño de tu embalaje.

La optimización del embalaje tiene que ser asunto de todo el equipo e implicar a los diferentes departamentos de la empresa. Por ejemplo, la pérdida del espacio no debe empobrecer la experiencia de compra del cliente en el momento del unboxing.

Para evitar una mala estrategia, es recomendable que recabes opiniones y comentarios de estas tres áreas:

  • Producción, área en la que primará la elección de embalajes fáciles de manipular, seguros y que permitan empaquetar de forma eficiente.
  • Marketing y atención al cliente, quiénes pondrán en la balanza la imagen de marca, la experiencia del usuario y el impacto del embalaje en la percepción de la compañía y en la fidelización al cliente.
  • Logística y transporte, que apostará por el embalaje mínimo, de menor peso y volumen.

4. Haz pruebas a pequeña escala.

Una vez decididos los cambios que quieres aplicar y antes de aplicarlos de manera definitiva en tus procesos, te sugerimos que hagas algunas pruebas a pequeña escala, con un número reducido de envíos y de clientes.

Durante esta fase, será importante que evalúes dos variables clave:

  • La resistencia del embalaje: ahora que su tamaño es menor, ¿sigue protegiendo correctamente los productos? ¿llegan en buen estado a su destino? De nada sirve optimizar el espacio vacío si vamos a tener que asumir los costes de rembolsar productos rotos o en mal estado.
  • La experiencia del usuario durante en desempaquetado: si te es posible, pide opinión de manera directa a tu cliente. Puedes ofrecer un pequeño descuento o algún otro incentivo si ves que los clientes se muestran poco proactivos.

5. Quédate con un proveedor de embalaje flexible y eficaz.

No todos los proveedores de embalaje son capaces de adaptarse a las necesidades de sus clientes con eficacia y rapidez.

En cambio, otros proveedores serán incluso capaces de ayudarte a auditar tu embalaje para ofrecerte las mejores soluciones de optimización que permitan a tu empresa ahorrar.

En esta fase final, el objetivo es asegurarse que reducir el tamaño de tu embalaje no comprometerá la calidad que distingue tu nivel de servicio.

En Simapack, llevamos desde 1989 asesorando a nuestros clientes para permitirles optimizar sus procesos de embalaje.

Además de los consejos vistos en este artículo para eliminar el espacio vacío, te recordamos que hemos publicado diversas herramientas totalmente gratuitas que te permitirán ahorrar y mejorar la eficiencia de tu embalaje.

Escríbenos: mejoremos juntos tus procesos de embalaje y la eficiencia de tus procesos.